Dibujo a lápiz. Todo lo que necesitas saber para empezar.

El dibujo es una herramienta creativa, una forma de expresión gráfica y un instrumento para comunicarnos. A lo largo de la historia ha servido para transmitir costumbres, ideas y valores de una época.

A continuación, te dejamos más información sobre el tema y consejos para empezar en el mundo del dibujo, y particularmente del dibujo a lápiz.

¿Qué es el dibujo?

Según la definición de Oxford Languages, el término dibujo tiene dos variantes:

  1. arte y técnica de dibujar
  2. figura dibujada sobre una superficie

Esta forma de arte tiene marcadas funciones sociales y culturales, desde la pintura rupestre hasta el autorretrato. A lo largo de su historia ha plasmado recursos estéticos, símbolos religiosos, conocimientos de anatomía, astronomía, botánica y otros muchos.

En la modernidad, explica la revista Ars Magazine, experimentó una transformación importante al salir del estudio del artista para entrar en el mundo de la cultura, la política y la vida social. Se convirtió entonces en un producto.

De acuerdo a la semiótica, el dibujo es un tipo de signo. Algunos constituyen señales o símbolos y por su capacidad de expresión se consideran un lenguaje universal.    

Tipos de dibujo

El dibujo utiliza la línea para representar nuestra realidad o fantasía en una superficie plana, generalmente papel. Algunas de sus clasificaciones son el dibujo de concepción, industrial, técnico y artístico. Dentro de este último está el dibujo a lápiz.

El dibujo a lápiz es una técnica tradicional, frecuentemente utilizada en bocetos, borradores, en el diseño gráfico o como técnica mixta con acuarelas. Se popularizó en Europa en el siglo XVI, con dibujantes como el artista alemán Alberto Durero, y de inmediato se implementó en campos como la arquitectura.

Otros artistas notables que hicieron uso de este fueron: Jean Auguste Dominique Ingres, Adolph Menzel, Henri Matisse y Egon Schiele.

Dentro del género son muy populares los retratos a lápiz, por la precisión de los trazos, la gestualidad, las sombras, los difuminados y el encuadre.

En más de una ocasión el dibujo a lápiz ha sido comparado con la fotografía en blanco y negro, por la manera fiel en que el autor reproduce la realidad.

Empezar a dibujar a lápiz

Esta variante se suele considerar la base para incursionar en otras formas de dibujo. Dominarlo te permitirá explorar el mundo del carboncillo o la pintura.

Para comenzar necesitarás materiales apropiados:

  • lápices de calidad y distintos grados de dureza
  • papel para dibujo, con gramaje y tamaño adecuados, de ser posible libre de ácido
  • difuminador para lápiz o carboncillo, se recomiendan los de papel de arroz por su acabado homogéneo
  • borrador, preferiblemente eléctrico, no solo para corregir errores sino para crear brillo 

Varios autores recomiendan llevar un cuaderno y un lápiz en todo momento e insisten en la disciplina y la práctica. Es imprescindible dibujar todos los días, al menos algunos minutos. La dedicación y el esfuerzo se traducirán en perfección.


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