Transforma tu sensibilidad en tu mejor herramienta

Las personas sensibles somos conscientes de cosas muy sutiles en nuestro entorno, de los pequeños detalles. Los ruidos, las emociones, la melodía de una canción o el comportamiento de los que nos rodean, es percibido y procesado por nuestro organismo con una mayor intensidad. Tenemos una vida interior rica y compleja, y además, solemos tener una preocupación excesiva por no cometer errores e intentar alcanzar la perfección en todo lo que hacemos.

Ser sensible tiene numerosas ventajas, pero también significa que nos vemos abrumados con mayor facilidad que los demás cuando estamos sometidos a un entorno altamente estimulante durante mucho tiempo, bombardeados con imágenes y sonidos, bajo presión o bajo la atenta mirada de otras personas.

La buena noticia es que no estamos solos, y es que somos alrededor del 40% de la población.

Durante este curso de una hora de duración, aprenderemos una serie de técnicas que nos permitirán interactuar con personas mucho menos sensibles que nosotros y un conjunto de habilidades que nos permitirán aprovechar nuestras capacidades en ciertos entornos potencialmente hostiles. Además, hablaremos de la importancia de encontrar nuestra propia vocación artística (ya sea la música, el teatro, la pintura, la literatura, etc.) y el poder que ésta es capaz de ejercer sobre nosotros.